En un mundo cada vez más afectado por la escasez de agua y el cambio climático, la captación de agua de lluvia se presenta como una solución eficaz, accesible y ecológica. Esta práctica no solo reduce la dependencia de fuentes hídricas convencionales, sino que también fomenta la autosuficiencia y resiliencia de comunidades urbanas y rurales.
El proyecto Isla Urbana fue fundado en el 2009 con el objetivo de aprender a captar la lluvia de la forma más práctica posible, y así poder abastecer de agua a comunidades marginadas alrededor de todo México.
A través de su iniciativa Pluvioteca, Isla Urbana ha documentado y difundido experiencias exitosas en la instalación y uso de sistemas de captación. Estos sistemas no solo benefician a quienes los instalan, sino que también generan conciencia y educación ambiental, demostrando que el acceso al agua puede abordarse de forma descentralizada y comunitaria.


Captación pluvial en Huerto Tlatelolco: innovación al servicio del entorno
La captación pluvial es una ecotecnia que consiste en recolectar, filtrar y almacenar el agua de lluvia que cae sobre superficies impermeables como techos, para posteriormente utilizarla en diversas actividades, desde el riego hasta el uso doméstico.
En colaboración con Isla Urbana, la organización Cultiva Ciudad ha instalado dos sistemas complementarios para aprovechar el agua de lluvia en el Huerto Tlatelolco. Estos sistemas son ejemplo de cómo la innovación y la sustentabilidad pueden convivir en un entorno urbano.
El primer sistema, de menor escala, se encuentra en la entrada del huerto y recolecta el agua de un techo cercano. Tras un proceso de filtrado básico, esta agua es almacenada en un tinaco y utilizada principalmente como lavamanos para visitantes. Este diseño sencillo, pero efectivo, no solo ahorra agua potable, sino que también cumple un papel educativo fundamental, mostrando cómo es posible reutilizar el agua desde una perspectiva práctica y cotidiana.
El segundo sistema, mucho más robusto, capta el agua que cae sobre el techo de las bodegas del huerto. Este sistema aprovecha al máximo la amplia superficie del tejado, canalizando el agua a través de una canaleta que recorre todo su perímetro. La limpieza regular de esta canaleta es clave para evitar obstrucciones. Una vez que el agua de lluvia fluye, pasa por un filtro y luego por un tlaloque, un separador que desecha los primeros escurrimientos —donde se concentra mayor suciedad— antes de que el resto del agua llegue a una cisterna de 15,000 litros. Desde allí, se distribuye a tinacos más pequeños, listos para su uso, especialmente en el invernadero, donde el riego constante es esencial.
Estos sistemas han sido instalados en 2017 y 2020, y son ejemplo de cómo una organización civil puede implementar soluciones eficaces y replicables en espacios comunitarios.
Desde Isla Urbana hasta los espacios urbanos como los que gestiona Cultiva Ciudad, la captación pluvial se consolida como una herramienta vital para la seguridad hídrica y el empoderamiento comunitario. Compartir estas experiencias fortalece la red de conocimiento que necesitamos para enfrentar los retos del agua en el presente y el futuro.
Capacitación abierta al público

Para quienes desean profundizar en esta práctica y aprender a diseñar e implementar sistemas de captación, Isla Urbana ofrecerá el Taller Teórico de Sensibilización Socioambiental y Captación Pluvial el próximo 12 de julio, de 10:00 a.m. a 2:30 p.m.. Este curso está dirigido a adolescentes y adultos, y no se requiere experiencia previa.
Durante el taller, se abordarán temas como la historia hídrica de México, las etapas del diseño de sistemas pluviales, tipos de componentes, funcionamiento, mantenimiento y herramientas de sensibilización socioambiental.
Aportación:
- $1,100 (promoción válida hasta junio)
- $1,400 (precio regular hasta el 12 de julio)
Inscripciones: https://forms.gle/F2KR7L3vya1oRSBYA
Hacia una cultura del agua
La implementación de sistemas de captación pluvial demuestran que es posible construir soluciones sostenibles desde lo local. Estos modelos no solo garantizan un suministro alternativo de agua, sino que promueven una cultura del cuidado y gestión responsable del agua.