La milpa, más que una técnica de cultivo, es una forma de vida arraigada en la historia y cosmovisión de México. Un sistema agrícola ancestral que siembra cultura, comunidad y esperanza para el futuro.
La milpa, más que una técnica de cultivo, es una forma de vida profundamente arraigada en la historia y cosmovisión de los pueblos originarios de México. Este sistema agrícola tradicional, que data de hace más de 7 mil años, ha sido clave para la subsistencia alimentaria, el equilibrio ecológico y la cohesión social de las comunidades rurales, especialmente en el sur y centro del país.
La palabra milpa proviene del náhuatl milli (parcela sembrada) y pan (encima de), y hace referencia al terreno cultivado principalmente con maíz, frijol y calabaza, una tríada conocida como la “agricultura de las tres hermanas”. Estos cultivos se complementan entre sí: el maíz da soporte al frijol, el frijol aporta nitrógeno al suelo y la calabaza cubre la tierra, conservando humedad y evitando el crecimiento de malezas. A menudo, la milpa también incluye chile, tomate, quelites, amaranto y otras plantas comestibles y medicinales, creando un sistema biodiverso y autosuficiente.

“Más allá de su valor productivo, la milpa tiene un profundo significado simbólico y espiritual. Representa la conexión del ser humano con la tierra y con los ciclos de la naturaleza. Es un espacio donde se cultivan no sólo alimentos, sino también conocimientos ancestrales, prácticas comunitarias, rituales y formas de organización social. En muchos pueblos indígenas, sembrar la milpa es un acto sagrado, acompañado de ofrendas, rezos y celebraciones”.
Actualmente, frente a los desafíos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la homogenización de la agricultura industrial, la milpa resurge como un modelo alternativo de sostenibilidad y soberanía alimentaria. Muchos colectivos campesinos y jóvenes rurales están recuperando esta práctica, no sólo como forma de producción, sino como símbolo de resistencia cultural y política.
Eventos dedicados a celebrar la milpa
México alberga diversos festivales dedicados a celebrar y preservar la milpa, reflejando su importancia cultural y agrícola. Algunos de estos eventos incluyen:
Festival «Cultiva la Milpa»: Realizado en el Huerto Tlatelolco, este festival ofrece talleres y actividades enfocadas en la siembra y cultivo de la milpa, promoviendo la agricultura urbana y la conexión con las tradiciones agrícolas. En 2025 se realizará el 17 de mayo.
Feria del Maíz y la Milpa: Nuestro Maíz, Nuestro País: Organizada en el Zócalo de la Ciudad de México, esta feria busca fomentar la producción de alimentos nutritivos y destacar la relevancia del maíz en la identidad mexicana.
Festival Vive Milpa Alta: Celebrado en San Pedro Atocpan, este evento destaca la riqueza cultural y gastronómica de la región, con énfasis en productos derivados de la milpa.
Festival de la Milpa y el Mezcal: Este festival combina la celebración de la milpa con la degustación de mezcales, resaltando la diversidad de productos agrícolas y bebidas tradicionales de México.
Festival del Maíz y las Palomitas: También en el Huerto Tlatelolco, este evento celebra la cosecha de maíz palomero, incluyendo actividades como ceremoniales de reventado de palomitas y música en vivo.
Festival «Cultiva la Milpa» en Huerto Tlatelolco
En este contexto, el Festival «Cultiva la Milpa», el 17 de mayo, realizado en el Huerto Tlatelolco, se ha consolidado como un espacio vivo de aprendizaje y demostración agroecológica. Este encuentro invita a reconectar con nuestras raíces, celebrar la biodiversidad y fortalecer los lazos con nuestros productores locales. A través de talleres, muestras gastronómicas, venta de productos y actividades comunitarias, el festival es una invitación a vivir la milpa como herencia viva y camino hacia un futuro más justo y sustentable.
La milpa es, en esencia, una metáfora viva del México profundo: diversa, resistente, comunitaria. Recordarla y defenderla no es sólo mirar al pasado, sino trazar un camino de dignidad hacia el futuro.